El Destino Manifiesto: ¿ideal o justificación?
     

Raíces religiosas

En el siglo XVI hubo un cisma religioso que dividió a Europa en dos grupos enfrentados: los católicos y los protestantes. Esta tremenda sacudida política y espiritual se conoce como la Reforma, y dio inicio a una aguda competencia entre países católicos y protestantes. En el Nuevo Mundo la España católica y la Inglaterra protestante pretendieron llevar a cabo sus ideales espirituales, políticos y económicos. Cada potencia compartió en sus inicios colonizadores el mismo furor religioso e ímpetu evangelizador con respecto a los nativos, pero los principios de cada religión crearon sociedades coloniales muy distintas.

La base de la tradición cultural estadounidense está constituida por la migración de puritanos (calvinistas) a Massachusetts, en la costa norte del Atlántico. El puritanismo era una de las iglesias que derivaron del protestantismo. A Norteamérica también llegó gente perteneciente a otras iglesias protestantes, como anabaptistas, cuáqueros, presbiterianos, evangelistas, etcétera. Los puritanos que desembarcaron en Massachusetts en 1626 creían que estaban estableciendo la “Nueva Israel” en América. Esta idea se enraizó en la imaginación norteamericana al grado que en 1776, para crear el sello nacional de Estados Unidos, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson propusieron la imagen de la “Tierra Prometida”. Franklin pensó en la representación de Moisés dividiendo el mar Rojo con el ejército del faraón persiguiendo a los judíos; Jefferson sugirió la de los hebreos guiados a través de la noche por una antorcha.


Los puritanos, como protestantes radicales que eran, se consideraban elegidos de Dios para colonizar las nuevas tierras, aun a pesar de la resistencia indígena. El ministro puritano John Cotton escribió en 1630: “Ninguna nación tiene el derecho de expulsar a otra, si no es por un designio especial del Cielo, como el que tuvieron los israelitas, a menos que los nativos obraran injustamente con ella. En ese caso tendrán (los colonos) derecho a entablar legalmente una guerra con ellos y a someterlos a ellos”. Los colonizadores puritanos tenían una misión: engrandecer su nueva patria para alabar a Dios. El puritano John Winthrop escribió: “Seremos una ciudad en la montaña, los ojos de todas las personas están sobre nosotros”.

John Winthrop

   
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El protestantismo constituye un modo de vida. Los puritanos actuaban, pensaban y vivían con base en la ética protestante. Consideraban la religión como un instrumento formativo del carácter nacional. El protestantismo fue utilizado como la única fuerza que podía unificar a la comunidad, así como dar orden y coherencia a la vida social. Los principios básicos del protestantismo son:

• El hombre salva su alma a través de la fe y no de los actos. No hay libre albedrío.

• Todos los hombres están predestinados a salvarse o ser réprobos (no salvos). Sólo Dios decide quién se salva y quién no. El ser humano sabe si se salvó hasta el momento de la muerte.

• La lectura de la Biblia no es exclusiva de las autoridades eclesiásticas. Cada hombre tiene el derecho, e incluso la obligación, de interpretarla libremente. Por lo tanto todos los protestantes deben saber leer. Esto se conoce como el “libre examen”.

• Todos los hombres son “sacerdotes”, no se reconoce una jerarquía eclesiástica. La relación con Dios es más “directa” porque no hay intermediarios. Asimismo, la relación entre creyentes es más igualitaria.

• No reconocen la virginidad de María ni el culto a las imágenes.

 

 

Las raíces del protestantismo

     
 

 

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