Los caminos de la Ruta de la Seda
No existió un único camino en esta inmensa ruta. Para cruzar Asia Central se crearon varios caminos que transitaban a través de diferentes oasis. Todas las rutas empezaban en Chang'an, se encaminaban hacia el corredor de Gansu y alcanzaban Dunhuang, en el límite del desierto de Taklimakan. A partir de ahí las vías se diversificaban. Todos pasaban por la ciudad de Kashgar , cuya situación estratégica, al pie de la cordillera Pamir, la convirtió en el cruce de pasajes obligado entre Asia e India, el Centro de Asia y Medio Oriente. Desde aquí, las rutas comerciales volvían a ramificarse, dirigiéndose hacia Samarkanda y al sur del Mar Caspio o más hacia el Sur, adentrándose en India.
El viaje comenzaba en la puerta de Jade (Yumen), en el lado más occidental de la gran Muralla China , donde los comerciantes chinos entregaban sus artículos a los mercaderes de Asia Central. Las caravanas se dirigían primero al oasis del desierto de Dunhuang. En este punto, las rutas del norte y del
sur se dividían para rodear el vasto desierto del Taklimakan. Más hacia el oeste, en Khotan, en la China occidental, los viajeros de la ruta sureña podían atravesar un paso de montaña hacia Kashmir, en el norte de India. O bien podían continuar, reencontrándose con la ruta del norte en Kashgar, en la frontera occidental, para después atravesar las montañas Pamir, hacia lo que es actualmente Afganistán. Aquí algunos viajeros se adentraban en el imperio Kushan, que se extendía hacia India ; o continuaban hacia el oeste a lo que actualmente es Uzbekistan, Irán e Irak, llegando finalmente a Antioquía, en Siria, en la costa del Mediterráneo. Desde aquí, las rutas de mar y tierra se dirigían a las ciudades mediterráneas de Europa continental.