Mahatma Gandhi
     
     
     

 

 

 

1914, el regreso de Sudáfrica

Al regresar Mohandas Karamchand Gandhi a la India, y tras la experiencia vivida en Sudáfrica decidió emprender un largo viaje con el propósito de recorrer su país y conocer las condiciones de su gente desde una óptica diferente y con una sensibilidad muy distinta, producto de la experiencia. Reconoció la discriminación, por motivo del sistema de castas, de las diferencias religiosas y étnicas, además de la pobreza que padecía la gran mayoría de su pueblo.

Al terminar la travesía y consciente de que necesitaba hacer algo por cambiar las condiciones, ingresó como miembro al Congreso Nacional Indio, institución fundada para coordinar ideas y acciones entre indios y colonizadores británicos; poco después, Gandhi se convirtió en líder del Congreso, que más tarde adquirió la jerarquía de partido político.

La propuesta de ley

Por sus actos, a partir de 1915 fue llamado Mahatma "alma grande" Gandhi. En 1919 las autoridades británicas anunciaron el proyecto de la Ley Rawlatt, contra los anarquistas y revolucionarios; Gandhi se opuso de inmediato pues atentaba contra los derechos civiles y la libertad de los individuos. De entrar en vigor sería una ley de excepción y él trabajaba en pro del reconocimiento de la igualdad entre los seres humanos sin importar su origen, creencias, ideología o color de piel.


El que le tocó vivir era un mundo diferente al que habitamos hoy. A principios del siglo XX las diferencias entre grupos y comunidades eran mucho más marcadas; lo mismo que la discriminación por cuestiones étnicas y de género. El poder se ejercía de forma brutal sobre los más débiles, oprimidos, colonizados y nadie se interesaba por cambiar las cosas. Mahatma Gandhi no tenía otro proyecto en mente más que dar el giro a la tuerca; es decir transformar la situación de la India y sus habitantes ante el Imperio.

 

Por lo anterior, la Ley Rawlatt se encontró con la decidida resistencia pacífica del líder y de su pueblo. Los ingleses, expertos en la resolución de conflictos bélicos, luchas armadas y ataques violentos, no supieron cómo responder a la no violencia. Gandhi y los suyos tomaron el camino de la desobediencia civil pacífica, la no cooperación con el gobierno y la no asistencia a actividades y actos oficiales.

 

1 Gandhi: Todos los hombres son hermanos. España, Ediciones Sígueme, 1999. p. 184.

2 Ibidem, p. 196.