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El contexto
El movimiento revolucionario llamado Sendero Luminoso
nació en
la sierra del Perú, en un lugar caracterizado por el atraso económico
y la marginalidad. En este país latinoamericano la modernización
e industrialización fueron procesos que se desarrollaron exclusivamente
en la zona costera del país; mientras en esa área se vivía
un proceso de desarrollo debido, entre otras cosas, a la incorporación
de mano de obra asiática, la sierra y la selva se sumergían
en la pobreza auspiciada por un sistema de explotación de los
indígenas por los caciques locales o gamonales.

En
la década de los años sesenta, los campesinos del Perú iniciaron
un proceso de invasión de tierras que culminó con la promulgación
en 1969 de una nueva Ley de Reforma Agraria. A partir de entonces, los
gamonales se convirtieron en personajes del pasado. Su lugar fue ocupado
por profesionales de las capas medias, comerciantes locales, narcotraficantes
e incluso líderes indígenas que por primera vez llegaron
a ocupar cargos públicos. En general, la nueva ley promovió un
cambio de propietarios, pero no de estructuras de propiedad. Esto quiere
decir que la distribución desigual de las tierras contra la que
habían luchado los campesinos se mantuvo y, junto con ella, el
descontento y la miseria.
Las
exigencias del mercado internacional, la explotación de los indígenas,
el vacío de poder en el campo y, en general, el atraso económico
de la sierra peruana, fueron algunos de los factores que dieron origen
a Sendero Luminoso: un grupo revolucionario con un proyecto diferente
para el país.
Vale
la pena señalar que el Perú no fue la única nación
latinoamericana en la que se desarrolló un movimiento insurreccional.
Por el contrario, hay un paralelismo significativo entre
los diferentes países de la región con respecto a la génesis
de sus procesos revolucionarios. “En medio de gobiernos autoritarios,
de regímenes de fuerza, y agotadas las vías de la desobediencia
y la protesta pacífica, el llamado a la insurrección —por
ser el único medio para derrocar las tiranías—,
surgió a menudo.” 1
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Antecedentes revolucionarios
Sendero Luminoso nace de las cenizas
de otros intentos revolucionarios. En los años sesenta, el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria ,
conocido como MIR, y el Ejército de Liberación Nacional
(ELN) —inspirados en la Revolución Cubana— se concentraron
en entrenar a un pequeño grupo de combatientes porque consideraban
que las acciones de una “vanguardia revolucionaria” llevarían
a una rebelión local que podría desatar a su vez una
revolución social generalizada. Sin embargo, lo anterior no
sucedió. La lucha del MIR y del ELN no logró el apoyo
de los campesinos, ya que no parecía haber nada en ella que
hiciera posible la identificación de los indígenas con
el discurso de los guerrilleros.
A raíz de este fracaso, Sendero Luminoso planteó una
forma distinta de lucha basada en la revolución campesina proveniente
de China. Al parecer, el Perú fue el país latinoamericano
en el que este movimiento asiático tuvo un mayor impacto. La
razón por la cual el proceso revolucionario de un país
tan lejano como China fue tan importante en la consolidación
de Sendero Luminoso, radica en las similitudes entre las condiciones
que se vivían en ambos países. En el Perú, al
igual que en China, la población era mayoritariamente campesina.
En China la división entre el campo y las ciudades era semejante
a la polarización en el Perú entre la costa y la sierra
y en ambos casos existía un abismo que se reflejaba en todos
los ámbitos de la vida.
Así Sendero Luminoso adoptó las ideas del maoísmo
sobre la guerra popular prolongada. En un primer momento, se replegó en
la clandestinidad para lograr la solidificación y cohesión
ideológica entre sus miembros. Una vez hecho esto, emprendió en
el año de 1980 la movilización armada.
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