El Destino Manifiesto: ¿ideal o justificación?
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Razones históricas de la expansión territorial
en el siglo XIX

La doctrina del Destino Manifiesto refleja el pensamiento de un siglo en que el expansionismo y el imperialismo se veían como comportamientos necesarios si una nación quería fortalecerse y desarrollarse. Entre las razones históricas que explican el desarrollo del Destino Manifiesto están:

   

• Competencia contra los ingleses por el comercio en Asia. Los estadounidenses sabían de las ventajas comerciales de tener un puerto en el Pacífico, especialmente en la zona de California, que pertenecía entonces a México.

• Con el aumento de la población de las 13 colonias la economía de los Estados Unidos se desarrolló. El deseo de expansión creció con ellos. Para muchos colonos, la tierra significaba riquezas, autosuficiencia y libertad. La expansión hacia el Oeste ofrecía oportunidades para el desarrollo personal.

• Sensación de éxito.
En 1803 la compra de Louisiana había duplicado la extensión de la República norteamericana. En esa época el comercio con Europa era floreciente y el que se tenía con Asia estaba prosperando; los aventureros extraían fortunas de China y los especuladores ricos buscaban oportunidades para invertir.

 
• Ansiedad respecto a Gran Bretaña.
Existía una gran preocupación de que las intrigas de los imperialistas europeos pudieran poner en peligro las oportunidades y libertades de los estadounidenses.

• Aumento de la población por inmigración y por nuevos nacimientos.
La población aumentó desde 5 millones en 1800 hasta más de 23 millones a mediados del siglo. Se estima que cerca de 4 millones de estadounidenses ocuparon territorios del Oeste entre 1820 y 1850.

•Los Estados Unidos sufrieron dos depresiones económicas, una en 1818 y la otra en 1839. Estas crisis orillaron a muchas personas a buscar nuevas oportunidades en tierras de frontera. La tierra de las fronteras era muy barata y, en algunos casos, gratuita.

• La marcha hacia el Oeste se alentaba por una sensación de infinidad, es decir, la convicción de que no había límites para lo que el individuo y la nación podían lograr.

 

• A partir de los años treinta y cuarenta del siglo XIX comenzaron a difundirse varios avances tecnológicos que facilitaban la vida de los individuos. Un ejemplo es el uso de la máquina de vapor para el transporte fluvial y terrestre. La locomotora se convirtió en un símbolo del progreso. El telégrafo magnético comunicó zonas que habían permanecido aisladas. En el campo de la comunicación, en 1846 la prensa rotativa hizo posible la producción masiva de periódicos de circulación nacional.
 
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