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Un
descubrimiento reciente: El Kenyanthropus platyops
En 1999, la pareja de palentólogos Meave y Richard Leakey encontraron,
a orillas del lago Turkana, en Kenya, África, un cráneo
con una edad aproximada de 3,5 millones de años. Este hallazgo
abrió nuevos caminos en la búsqueda del ancestro más
antiguo del ser humano moderno. Por más de veinte años se
había reconocido que Lucy, de la especie Australopithecus
afarensis, con 3,2 millones de años, era la abuela
de la humanidad. Ahora se piensa en la posibilidad de que los restos del
homínido (pre-humano) encontrado en Kenya puedan ser los del primer
antepasado prehistórico del hombre moderno.
Actualmente
se sabe que es errónea la idea de que nuestra especie tuvo una
sola línea evolutiva (Homo habilis Homo erectus
Homo sapiens) que llevó directamente al ser humano
moderno (Homo sapiens sapiens). El orígen del árbol
genealógico de la humanidad, como el de otros mamíferos,
tiene ramas evolutivas que no florecieron. Es decir, después que
los linajes de humanos y simios se separaron definitivamente hace
5 ó 6 millones de años-, hubo una serie de homínidos
cuyas especies no sobrevivieron al paso de los siglos.
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Entonces,
hace 3,5 millones de años existía más de una especie
de homínidos y el Kenyanthropus platyops coexistía
con la especie de Lucy. Hay diferencias entre los dos: el kenyano tenía
la cara chata, capacidad craneana reducida y dientes más pequeños
que nuestra supuesta abuela. Esto significa que cada especie
debió vivir de manera distinta: diferente dieta, manera de moverse
e inteligencia.
¿Qué
sigue ahora? tiene que estudiarse la posibilidad de que el Kenyanthropus
platyops haya evolucionado hacia el Homo sapiens sapiens, o bien
si este nuevo hallazgo es uno más de los homínidos que se
extinguieron en la prehistoria de la humanidad. |