Tormentas
de fuego
Las
bombas nucleares devastaron Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo, los efectos
del bombardeo sobre cada ciudad no fueron iguales: la situación
geográfica de cada lugar influyó sobre el grado de destrucción.
En Hiroshima, emplazada sobre un valle, las olas de fuego y radiación
se expandieron más rápidamente y a mayor distancia que en
Nagasaki, cuya orografía montañosa contuvo la expansión
de la destrucción.
Dos kilómetros a la redonda de donde explotaron las bombas, la
catástrofe fue absoluta: el fuego y el calor mataron instantáneamente
a todos los seres humanos, plantas y animales. En esta zona no permaneció
en pie ni una sola edificación y se quemaron además las
estructuras de acero de los edificios de concreto. Las ondas expansivas
de la explosión hicieron estallar vidrios de ventadas situadas
incluso a 8 kilómetros del lugar de la explosión. Los árboles
fueron arrancados desde la raíz y quemados por el calor. En algunas
superficies, como los muros de algunos edificios, quedaron plasmadas las
sombras de carbón de las personas que fueron desintegradas
repentinamente por la explosión.
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El
fuego se apoderó de las ciudades, especialmente de Hiroshima, donde
se formó una tormenta de fuego con vientos de hasta
60 kilómetros por hora. Había incendios por todas lados.
Miles de personas y animales murieron quemados, o bien sufrieron graves
quemaduras e incluso heridas por los fragmentos de vidrio y otros materiales
que salieron disparados por la explosión. Las tejas de barro de
las casas se derritieron y la gran mayoría de las residencias de
madera ardieron en llamas. Los sistemas telefónicos y eléctricos
quedaron prácticamente arruinados. Se calcula que en Hiroshima
desaparecieron cerca de 20 mil edificios y casas, y en Nagasaki quedó
destruida el 40% de la ciudad.
Los daños fueron inenarrables, pero la verdadera tragedia fue la
pérdida de vidas humanas. Hiroshima, con una población de
350 mil habitantes, perdió instantáneamente a 70 mil y en
los siguientes cinco años murieron 70 mil más a causa de
la radiación. En Nagasaki, donde había 270 mil habitantes,
murieron más de 70 mil antes de que terminara el año y miles
más durante los siguientes años. Se calcula que en total
murieron cerca de 250 mil personas.
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